No hay domingo más especial que el tercer domingo de junio. Así que, como con todos los festejos anteriores, nuestra escuela se pinta sola para traer creatividad y crear comunidad en el Día del Padre, sin importar si estamos lejos o no.

En preescolar no podía faltar el tradicional festival. Después de la activación física a cargo de nuestro profesor de Educación Física, los papás escucharon divertidos mensajes de parte de sus hijos a través de videos preparados con anterioridad, para poder disfrutar todos al mismo tiempo. Pero la cereza del pastel llegó con el rally, donde a través de 6 estaciones los chicos pudieron hacer equipo con papá para cumplir los retos: vestirse coordinados, resolver una sopa de letras, buscar objetos con la inicial del nombre de papá, armar un rompecabezas y preparar un rico sandwich. El festival terminó con la entrega de una tarjeta hecha por los niños y dedicada con todo el cariño para su papá.

En primaria se trató de que el amor entrara por la panza. Los chicos prepararon deliciosos platillos que pudieron preparar con sus propias manos y que pudiera disfrutar papá a la hora del desayuno, ¡incluso algunos hicieron equipo! Se nos hizo agua la boca al ver tanta sabrosura junta: carlotas, sandwiches, gelatinas… no nos quedó duda alguna de que chicos y grandes disfrutaron mucho la actividad. Posteriormente, a los chicos se les encomendó que justo el domingo Día del Padre le entregaran a su papá una tarjeta hecha a mano donde expresaran su cariño.

Agradecemos a todos su participación tan entusiasta, ¡y muchas felicidades a los papás Educáre!