La situación que nos ha llevado a adoptar la modalidad remota para la educación nos ha enseñado, entre muchas otras cosas, la importancia de mantener un buen balance en los distintos ámbitos de nuestra vida: la salud, el trabajo, el descanso, etc. Aunque en situaciones inciertas podemos tener reacciones inesperadas, podemos reapropiarnos un poco de la normalidad al procurar mantener el equilibrio en nuestras vidas.

Es por eso que uno de los atributos del perfil que más hemos trabajado este año ha sido el ser equilibrados: entender la importancia del equilibrio físico, mental y emocional para el bienestar propio y de los demás. Esto implica también reconocer nuestra interdependencia con respecto a otras personas y al mundo en que vivimos.

Un alumno que en su persona entiende la importancia del autocuidado, será un ciudadano sin miedo a expresar su vulnerabilidad, pues entiende que es parte de una comunidad de apoyo que lo ayudan a él y a otros, además de hacerse de estrategias que lo ayudan a mantener ese bienestar personal.

Mariola es una alumna que ha logrado encontrar ese equilibrio, como ella misma lo dice:

“Sé cómo balancear varias cosas en mi vida, por ejemplo amigos y escuela, baile y divertirme, comer comida que me gusta y hacer ejercicio. Me gusta ser así porque puedo probar muchas cosas pero cuidándome siempre y nunca caer en los excesos. Además me ayuda a saber mis límites, a ser responsable y a disfrutar sanamente”.